Transformación Digital en Minería
Redefiniendo la Productividad
Mientras la industria global enfrenta presión simultánea por aumentar el rendimiento, reducir costos y cumplir exigencias ambientales, Chile destaca en la región por su alto nivel de madurez. Con un puntaje de 73,07 en el Índice ILIA 2024 —superando a Brasil y Uruguay— el país cuenta con capacidades tecnológicas y un ecosistema digital que favorecen una adopción más rápida en sectores estratégicos. Esta base, combinada con infraestructura avanzada, capital humano especializado y una cultura corporativa orientada a la mejora continua, está impulsando una transformación profunda.
El mercado latinoamericano de servicios tecnológicos para la minería proyecta llegar a USD 2.943 millones en 2030, con un crecimiento anual cercano al 10,7%. En Chile, la digitalización abre una ventana aún mayor: se estima que podría generar hasta USD 63 mil millones en valor adicional hacia 2035, impulsando mejoras reales en recuperación, eficiencia energética y productividad, convirtiéndola en un sector con grandes compañías desplegando soluciones de analítica avanzada en procesos productivos clave, desde la exploración hasta el procesamiento de minerales.
Optimización Operacional
La modernización de las plantas parte por un desafío clave: transformar enormes volúmenes de datos productivos en decisiones inmediatas y accionables. Los gemelos digitales permiten anticipar cuellos de botella mediante simulaciones seguras, evitando impactos en producción y alineando todos los procesos bajo un mismo modelo de gestión. Desde 2020 en Codelco Chuquicamata, por ejemplo, la incorporación de analítica avanzada y machine learning en el Centro Integrado de Operaciones, elevó la producción en más de un 2% —equivalente a ocho mil toneladas adicionales de cobre fino— generando beneficios cercanos a los USD 80 millones anuales.
En este contexto, sistemas de monitoreo predictivo como ScanMineral® —desarrollado por Biotecnos— amplían la capacidad de diagnóstico en línea al entregar información detallada sobre la composición de las menas y el comportamiento de los circuitos de beneficio. A través de teledetección hiperespectral e inteligencia artificial, captura señales de manera no invasiva y las transforma en indicadores operacionales críticos desplegados en tiempo real. Con ello, los equipos pueden anticipar variaciones en la mineralogía de entrada y ajustar parámetros de proceso con mayor precisión, fortaleciendo la estabilidad del circuito y la eficiencia global de la planta.
Clasificación y Monitoreo
La caracterización de variables estratégicas ha evolucionado hacia esquemas de supervisión continua en las etapas de extracción y beneficio. Incorporando sistemas de visión computacional basados en deep learning para la identificación automática de cátodos, alcanzando una efectividad cercana al 95% en la determinación de grados. Estas soluciones también se han implementado en plantas concentradoras para detectar variaciones en la ley del mineral, niveles de impurezas y otros indicadores críticos de calidad, reemplazando evaluaciones visuales manuales que suelen ser subjetivas y propensas a inconsistencias.
En esta segunda capa, plataformas como ScanMineral® no solo caracterizan: modelan comportamiento futuro. La combinación entre espectrometría hiperespectral y algoritmos predictivos permite generar proyecciones sobre rendimiento metalúrgico, alertar sobre desviaciones emergentes y recomendar ajustes antes de que se expresen en pérdidas. Dicha capacidad de operar en línea la convierte en una herramienta adaptativa. A diferencia del muestreo de laboratorio —que entrega respuestas con horas o días de desfase— la información generada por el sistema permite corregir parámetros en tiempo real, maximizando recuperación y eficiencia energética sin interrumpir la operación.
Impacto Económico
Según McKinsey, la adopción de tecnologías digitales en la minería ha permitido avances concretos: incrementos de hasta un 20% en productividad en faenas a cielo abierto, mejoras del 5-10% en throughput operacional, reducciones del 15% en consumo de combustible y un aumento del EBITDA de 6 a 8 puntos porcentuales. Proyecciones de Accenture amplían este horizonte, estimando que aplicaciones de IA podrían impulsar mejoras de productividad superiores al 15%».
El retorno de estas implementaciones es medible. Las soluciones de mantenimiento predictivo recuperan su inversión en un plazo de 12 a 18 meses, mientras que los sistemas de automatización de flotas hacen prever el punto de equilibrio en 2 a 3 años. El valor de dichas plataformas reside en su capacidad de anticipar desviaciones del proceso antes de que se traduzcan en pérdidas de recuperación. Al detectar cambios en las condiciones de operación en tiempo real, habilitan ajustes inmediatos que sostienen la calidad del producto, evitando pausas innecesarias.
Visión Futura
Se espera que la gran minería avance de manera decisiva hacia matrices energéticas completamente limpias, con la mayoría de las compañías operando bajo contratos de energía renovable o en procesos avanzados de transición. La IA contribuirá a este cambio mediante optimización de rutas de maquinaria, mantenimiento predictivo que prolonga la vida útil de los equipos y monitoreo de emisiones en tiempo real. En paralelo, los gemelos digitales evolucionarán hacia simulaciones más sofisticadas, capaces de impulsar innovaciones en recuperación de metales menores y modelos de economía circular.
El monitoreo online se consolidará como estándar en nuevas operaciones, permitiendo diseñar plantas de beneficio adaptativas que ajusten parámetros de proceso según la variabilidad de la mena. Este enfoque reducirá de forma significativa el consumo de agua y energía, a la vez que incrementará la recuperación de cobre y elementos asociados. Además, la integración de algoritmos de optimización avanzada permitirá ciclos de decisión más cortos y precisos, fortaleciendo la estabilidad operacional y la resiliencia ambiental del sistema productivo.
Conclusión
Chile ya no observa la inteligencia artificial desde la periferia: la integra, la prueba y la convierte en ventaja competitiva real. Con liderazgo regional sostenido, resultados verificables en operaciones de clase mundial y soluciones diseñadas para las condiciones únicas de nuestra minería, el país está en posición de dar un salto cualitativo hacia un rubro verdaderamente inteligente. Las compañías que aborden con seriedad los desafíos de talento, regulación e integración tecnológica —y que inviertan de forma coordinada— serán las que capturen el valor emergente de esta transición. La oportunidad no es abstracta: está ocurriendo y se está acelerando. El momento para consolidar este liderazgo es ahora.



